Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando las entradas de junio 16, 2024

Juan 20:21

—¡La paz sea con ustedes! —repitió Jesús—. Como el Padre me envió a mí, así yo los envío a ustedes. Juan 20:21 Señor nuestro Dios, a ti levantamos nuestros ojos en oración, en el nombre de Jesucristo, quien está a tu derecha, resucitado y vivo. Danos tu bendición. Bendícenos por medio de tu Palabra, y permite que nuestros corazones se vuelvan apacibles en ti. Libéranos de toda agitación y descontrol de la época actual, porque nosotros te pertenecemos a ti, no al mundo. Queremos encontrar paz en ti y permanecer en ti. Tú nos cuidarás como tus hijos, a quienes nunca olvidarás en toda la eternidad. Bendícenos y renueva cada día las riquezas de tu gracia en nosotros; porque tú, oh Señor nuestro Dios, sigues siendo nuestro Padre. Amén.

Evangelio de HOY

Juan 17:24

Padre, quiero que los que me has dado estén conmigo donde yo estoy. Que vean mi gloria, la gloria que me has dado porque me amaste desde antes de la creación del mundo. Juan 17:24 Señor nuestro Dios, te damos gracias por revelarnos tu gloria en tu Hijo Jesucristo. Te agradecemos que hoy todavía podemos ver y experimentar la gracia gloriosa que fluye de Jesucristo en su victoria sobre el mundo; la ayuda poderosa que beneficia a todos los que encuentran la fe. Permite que se revele más de tu gloria, la fe morando en los corazones de toda persona, una fe que pueda vencer toda necesidad y sufrimiento en la tierra, una fe que sea el poder para acudir a ti, para volverse apacible por dentro, y para esperar en ti en todo momento. Entonces tu ayuda vendrá pronto, mucho más rápido de lo que podemos imaginar; nos sorprenderá, porque el Salvador ha dicho: «Mira, vendré pronto». Por eso queremos esperar, creer y confiar en ti hasta el final. Amén.

1 Tesalonicenses 5:8-9

Nosotros que somos del día, por el contrario, estemos siempre en nuestro sano juicio, protegidos por la coraza de la fe y del amor, y por el casco de la esperanza de salvación; pues Dios no nos destinó a sufrir el castigo sino a recibir la salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo. 1 Tesalonicenses 5:8-9 Señor Dios Todopoderoso, haz llegar el día, el día de Cristo Jesús, en quien todos estaremos unidos. Entonces nos reconoceremos unos a otros como prójimos, como hermanos y hermanas, y tendremos paz en la tierra. Danos de nuevo tu Espíritu, oh Señor nuestro Dios. Libera e ilumina cada corazón, para que toda persona pueda reconocer la Palabra que les has dado y se aferren a todas tus promesas, incluso en tiempos malos y de aflicción. Quédate con nosotros y con nuestro pueblo. Ayúdanos en nuestros tiempos, oh Señor Dios. Nosotros esperamos en ti, esperamos tu paz, una nueva paz —no la paz vieja, ni regresar a la comodidad y a los deseos egoístas, sino tu paz—, que nos llevará a la v

Isaías 54:10

Aunque cambien de lugar las montañas y se tambaleen las colinas, no cambiará mi fiel amor por ti ni vacilará mi pacto de paz, —dice el Señor, que de ti se compadece—. Isaías 54:10 Señor, oh grande y todopoderoso Dios, te damos gracias porque nos has dado al Salvador, en quien podemos estar unidos y tener paz en la tierra. Pedimos que el Salvador obre poderosamente en la humanidad. Que venga tu Espíritu a los corazones humanos, para que aprendan a reconocerte como su líder y su Dios, y que tengan regocijo en sus vidas, que están destinadas para la vida eterna. Bendícenos por medio de tu Palabra y a través de todo lo bueno que haces por nosotros. Renueva y fortalece constantemente nuestra fe y paciencia, mediante la gracia que nos envías. Acuérdate de todos los pueblos que deben volverse tuyos en el nombre de Jesucristo. Que todos confiesen que Jesucristo es el Señor, para honor de Dios Padre. Te alabamos por la promesa que nos has dado, de un maravilloso nuevo día de ayuda para todos. T

Timoteo 1:8-9

Así que no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni tampoco de mí, que por su causa soy prisionero. Al contrario, tú también, con el poder de Dios, debes soportar sufrimientos por el evangelio. Pues Dios nos salvó y nos llamó a una vida santa, no por nuestras propias obras, sino por su propia determinación y gracia. Nos concedió este favor en Cristo Jesús antes del comienzo del tiempo. 1 Timoteo 1:8-9 Señor nuestro Dios, resplandeciente, dador de luz y todopoderoso Dios en todas las edades, permanece con nosotros también en nuestro tiempo. Fortalece la gracia que hemos recibido de Cristo Jesús, y permite que sea conocido en todo el mundo, para que tu nombre sea honrado en todo lugar. Te pedimos que nos bendigas, y permite que tu bendición se extienda de nosotros hacia los demás, para la gloria de tu nombre. Haz que el bien se fortalezca en nosotros, el bien que nos has dejado escuchar por tantos años. Que todo lo que pertenece a tu Palabra cobre vida en nosotros y en el mu

1. Dios te ama y te creó para conocerlo personalmente y experimentar Su amor.(Las referencias deberán ser leídas preferentemente en la Biblia, siempre que sea posible.

Dios ofrece amor “Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna”1. Dios ofrece vida “Y ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú has enviado”2. ¿Qué nos impide conocer a Dios personalmente?

Juan 14:2-3

En el hogar de mi Padre hay muchas viviendas; si no fuera así, ya se lo habría dicho a ustedes. Voy a prepararles un lugar. Y si me voy y se lo preparo, vendré para llevármelos conmigo. Así ustedes estarán donde yo esté. Juan 14:2-3 Señor Dios, te damos gracias que nos has sostenido y llevado al Salvador. Ayúdanos a recordar esta verdad por medio de tu Espíritu Santo, y recuérdanos constantemente vivir para el cielo con todos tus ángeles, mientras todavía estemos en la tierra. Sin ti, estamos indefensos. Solamente tu Espíritu puede vencer nuestra naturaleza pecaminosa, para que nunca olvidemos estar en el cielo con el Salvador ahora y en la eternidad. Amén.

Puedes recibir a Cristo ahora mismo por fe, mediante la oración (orar es hablar con Dios.

 

Puedes recibir a Cristo ahora mismo por fe, mediante la oración (orar es hablar con Dios).

Dios conoce tu corazón y no tiene tanto interés en tus palabras, sino más bien en la actitud de tu corazón.
La siguiente oración se sugiere como guía:

“Señor Jesús, te quiero conocer personalmente. Gracias por morir en la cruz por mis pecados. Te abro la puerta de mi vida y te recibo como mi Salvador y Señor. Gracias por perdonar mis pecados y darme vida eterna. Toma el control del trono de mi vida. Hazme la clase de persona que Tú quieres que yo sea.”

¿Expresa esta oración el deseo de tu corazón?

Si es así, haz esta oración ahora mismo y Cristo entrará a tu vida tal como lo prometió. A través de Su poder comenzarás a experimentar la clase de paz, control y abundancia que sólo Él puede dar.

La siguiente oración se sugiere como guía:

“Señor Jesús, te quiero conocer personalmente. Gracias por morir en la cruz por mis pecados. Te abro la puerta de mi vida y te recibo como mi Salvador y Señor. Gracias por perdonar mis pecados y darme vida eterna. Toma el control del trono de mi vida. Hazme la clase de persona que Tú quieres que yo sea.”

¿Expresa esta oración el deseo de tu corazón?

Si es así, haz esta oración ahora mismo y Cristo entrará a tu vida tal como lo prometió. A través de Su poder comenzarás a experimentar la clase de paz, control y abundancia que sólo Él puede dar.

Salmo 59:16-17

  • Dios ofrece amor “Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna”1. Dios ofrece vida “Y ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú has enviado”2.
  • Pero yo le cantaré a tu poder, y por la mañana alabaré tu amor; porque tú eres mi protector, mi refugio en momentos de angustia. A ti, fortaleza mía, te cantaré salmos, pues tú, oh Dios, eres mi protector. ¡Tú eres el Dios que me ama! Salmo 59:16-17 Señor Dios, glorificamos tu nombre. ¡Cuánto deseamos que nuestras voces pudieran resonar por todo el mundo, proclamando las grandes proezas que has hecho por nosotros, alabándote porque podemos acercarnos a ti por medio de Jesucristo, adorarte, honrarte y agradecerte por toda tu bondad! Protege a todos tus hijos, para que se aferren a la fe y permanezcan fieles al mensaje del evangelio. Que te alabemos y demos gracias por todo lo que has hecho este día, y por tu obra en muchos corazones que todavía desconocemos. Tu Espíritu reina y llama a la gente para acercarla a ti, el Padre celestial. Cuídanos y sigue bendiciéndonos. Ayúdanos a los que pertenecemos a tu pueblo, y protégenos durante la noche. Amén.