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Mostrando las entradas de julio 4, 2021

Mateo 5: 12

*Seguir a Jesús tiene un precio, las cosas verdaderamente valiosas de la vida tienen costo.* Jesús conocía de antemano los sufrimientos que su pueblo padecería por su causa, pero ¿sabes qué es lo mejor? Él pensó en una recompensa que no se equipara a todo el dolor que aquí podemos sufrir cuando dijo: *“Alégrense, estén contentos, porque van a recibir un gran premio en el cielo; pues así también persiguieron a todos los profetas que vivieron antes que ustedes” (_Mateo 5: 12_)*.  *Aférrate a esa promesa, confía en quien nunca defrauda: Cristo Jesús.*

Mateo 4: 17

*Volver a Dios implica renunciar a lo que nos ocupa tiempo, esfuerzo y dedicación; lo que nos aleja de Él. Volver a Dios es reconocer nuestros límites y dejar nuestras cargas a sus pies; es permitirle guiar completamente nuestra vida.* El evangelio de Jesucristo ha estado presente a lo largo de la historia humana, la Biblia registra que *“Desde entonces Jesús comenzó a proclamar: «vuélvanse a Dios porque el reino de los cielos está cerca.»” (Mateo 4: 17)*. Hoy estamos mucho más cerca del precioso reino; entonces *dejemos de perder tiempo en cosas que no aprovechan al espíritu. Volvámonos a Dios mientras tenemos tiempo,* acerquemos también a otros a su reino por medio de una vida recta delante de Él.

Apocalipsis 21:1

 Restaurado con mayor gloria—El huerto del Edén permaneció en la tierra mucho tiempo después que el hombre fuera expulsado de sus agradables senderos. Véase Génesis 4:16. Durante mucho tiempo después, se le permitió a la raza caída contemplar de lejos el hogar de la inocencia, cuya entrada estaba vedada por los vigilantes ángeles. En la puerta del paraíso, custodiada por querubines, se revelaba la gloria divina. Allí iban Adán y sus hijos a adorar a Dios. Allí renovaban sus votos de obediencia a aquella ley cuya transgresión los había arrojado del Edén. Cuando la ola de iniquidad cubrió al mundo, y la maldad de los hombres trajo su destrucción por medio del diluvio, la mano que había plantado el Edén lo quitó de la tierra. Pero en la final restitución, cuando haya “un cielo nuevo, y una tierra nueva” (Apocalipsis 21:1), ha de ser restaurado más gloriosamente embellecido que al principio.

Salmos 25:14

 Querido Padre, llévame a la intimidad contigo, quiero estar cerca de Ti, cada día más. Enséñame a obedecer te, enséñame a escuchar Tu voz para que pueda entender Tu voluntad y Tus planes para mi vida. Quiero sentir Tu presencia constante en mi vida, quiero recibir siempre y en cualquier circunstancia, Tu amor y Tu paz. “La comunión íntima de Jehová es con los que le temen, Y a ellos hará conocer su pacto” Salmos 25:14 El temor del Señor nos lleva a su intimidad, nos hace caminar por sus caminos, nos lleva a obedecer y confiar en Él. Cuando tenemos intimidad con el Padre, recibimos su amor, su cuidado y su compañía. Cuántas veces nos sentimos solos, incluso a veces en medio de mucha gente, y sin embargo nos sentimos olvidados; La intimidad con el Señor, nos recuerda que Él está siempre cerca de nosotros, y queriendo derramar su paz y su amor sobre nuestros corazones, para que podamos servirle, seguirle, obedecerle y honrar Su voluntad.

Salmos 91: 3

Feliz semana con Jesús  Domingo 04 de julio  Salmos 91: 3   *Él te librará del lazo del cazador, De la peste destructora. * Cuando el cazador va detrás de su presa, la asecha, coloca trampas hasta que el animal cae en ellas, así puede quedar atado por horas o días, luego el cazador lo toma para sí. De igual manera este mundo está lleno de trampas, que los cazadores guiados por el enemigo colocan, su único fin, es hacerte caer, entonces; amarrado y sin salida, el adversario te toma para sí.  Dios promete librarte de esas trampas y aun si cayeres en una, promete liberarte de esos lazos que te tienen prisionero del cazador, él mismo te rescatará de las manos del enemigo. ¿Ya sabes cuál es la trampa que el enemigo coloca para ti? ¡Clama a Dios! Que él sea tu Señor, él te librará del lazo del cazador, de la peste destructora.

Puedes recibir a Cristo ahora mismo por fe, mediante la oración (orar es hablar con Dios.

 

Puedes recibir a Cristo ahora mismo por fe, mediante la oración (orar es hablar con Dios).

Dios conoce tu corazón y no tiene tanto interés en tus palabras, sino más bien en la actitud de tu corazón.
La siguiente oración se sugiere como guía:

“Señor Jesús, te quiero conocer personalmente. Gracias por morir en la cruz por mis pecados. Te abro la puerta de mi vida y te recibo como mi Salvador y Señor. Gracias por perdonar mis pecados y darme vida eterna. Toma el control del trono de mi vida. Hazme la clase de persona que Tú quieres que yo sea.”

¿Expresa esta oración el deseo de tu corazón?

Si es así, haz esta oración ahora mismo y Cristo entrará a tu vida tal como lo prometió. A través de Su poder comenzarás a experimentar la clase de paz, control y abundancia que sólo Él puede dar.

La siguiente oración se sugiere como guía:

“Señor Jesús, te quiero conocer personalmente. Gracias por morir en la cruz por mis pecados. Te abro la puerta de mi vida y te recibo como mi Salvador y Señor. Gracias por perdonar mis pecados y darme vida eterna. Toma el control del trono de mi vida. Hazme la clase de persona que Tú quieres que yo sea.”

¿Expresa esta oración el deseo de tu corazón?

Si es así, haz esta oración ahora mismo y Cristo entrará a tu vida tal como lo prometió. A través de Su poder comenzarás a experimentar la clase de paz, control y abundancia que sólo Él puede dar.

Salmo 59:16-17

  • Dios ofrece amor “Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna”1. Dios ofrece vida “Y ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú has enviado”2.
  • Pero yo le cantaré a tu poder, y por la mañana alabaré tu amor; porque tú eres mi protector, mi refugio en momentos de angustia. A ti, fortaleza mía, te cantaré salmos, pues tú, oh Dios, eres mi protector. ¡Tú eres el Dios que me ama! Salmo 59:16-17 Señor Dios, glorificamos tu nombre. ¡Cuánto deseamos que nuestras voces pudieran resonar por todo el mundo, proclamando las grandes proezas que has hecho por nosotros, alabándote porque podemos acercarnos a ti por medio de Jesucristo, adorarte, honrarte y agradecerte por toda tu bondad! Protege a todos tus hijos, para que se aferren a la fe y permanezcan fieles al mensaje del evangelio. Que te alabemos y demos gracias por todo lo que has hecho este día, y por tu obra en muchos corazones que todavía desconocemos. Tu Espíritu reina y llama a la gente para acercarla a ti, el Padre celestial. Cuídanos y sigue bendiciéndonos. Ayúdanos a los que pertenecemos a tu pueblo, y protégenos durante la noche. Amén.