Ir al contenido principal

Entradas

Dios Provee

Isaías 49:3-4 Oración diaria para el 4 de enero

Oración diaria para el 4 de enero Me dijo: «Israel, tú eres mi siervo; en ti seré glorificado». Y respondí: «En vano he trabajado; he gastado mis fuerzas sin provecho alguno. Pero mi justicia está en manos del Señor; mi recompensa está con mi Dios». Isaías 49:3-4 Señor nuestro Dios, te damos gracias por la ayuda que nos has dado una y otra vez para permanecer delante de ti, regocijándonos en la certeza de la fe. Te damos gracias por guiar y dirigir nuestras vidas y permitirnos vislumbrar el destino futuro, un destino que será revelado a todos los pueblos. Acompáñanos en momentos de silencio cuando parece que estamos solos. Guárdanos firmes y fuertes durante la tentación y todo el alboroto de la vida. Ayúdanos a permanecer inconmovibles, pues caminas con nosotros, nos sostienes de tu mano, y puedes elevarnos por encima de todo lo que no perdura. Amén.

Isaías 62:11 Oración diaria para el 3 de enero

He aquí lo que el Señor ha proclamado hasta los confines de la tierra: «Digan a la hija de Sión: “¡Ahí viene tu Salvador! Trae su premio consigo; su recompensa lo acompaña”». Isaías 62:11 Señor nuestro Dios, te damos gracias que podemos ir delante de ti con el corazón dispuesto, con una fe llena de júbilo, y esta alegre proclamación: «¡Ya viene la salvación de Dios! Por medio de Jesucristo amanecerá un día en la tierra para todas las naciones». Señor, quédate con nosotros y ayúdanos. Envíanos tu Espíritu para fortalecernos, especialmente en tiempos de aflicción. Haz que todas las naciones vengan delante de ti. Que podamos proclamar a todos los pueblos: «Anímense, porque ya viene la salvación de nuestro Dios, que también es su Dios. En esta salvación nos gozaremos juntos por siempre para gloria de nuestro Dios». Amén.

Estos, pues, son los mandamientos, Deuteronomio 6:1-9

Deuteronomio 6:1-9 Estos, pues, son los mandamientos, estatutos y decretos que Jehová vuestro Dios mandó que os enseñase, para que los pongáis por obra en la tierra a la cual pasáis vosotros para tomarla; para que temas a Jehová tu Dios, guardando todos sus estatutos y sus mandamientos que yo te mando, tú, tu hijo, y el hijo de tu hijo, todos los días de tu vida, para que tus días sean prolongados. Oye, pues, oh Israel, y cuida de ponerlos por obra, para que te vaya bien en la tierra que fluye leche y miel, y os multipliquéis, como te ha dicho Jehová el Dios de tus padres. Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tu...

Oración diaria para el 21 de diciembre 2 Pedro 1:17-18

Oración diaria para el 21 de diciembre Él recibió honor y gloria de parte de Dios el Padre, cuando desde la majestuosa gloria se le dirigió aquella voz que dijo: «Este es mi Hijo amado; estoy muy complacido con él». Nosotros mismos oímos esa voz que vino del cielo cuando estábamos con él en el monte santo. 2 Pedro 1:17-18 Señor Jesucristo, a ti levantamos nuestros ojos, porque nos has librado de nuestro mundo de muerte, para vivir en la gloria de vida; y nos ofreces tu vida en la tierra. Permite que el poder de tu vida se revele hoy en nosotros y en muchos otros que desean celebrar la Navidad. Envía tu Espíritu, para que cambien nuestros corazones y podamos escuchar, ver, experimentar y comprender lo que tú y tu don de vida eterna significan realmente para nosotros. Por ello, cuida de nosotros en estos días y fortalece nuestra fe. Derrama la luz de tu gracia en nuestro interior y sobre nosotros. Protégenos como tus discípulos. Guíanos en comunión con nuestro Padre celestial...

Salmo 59:16-17

  • Dios ofrece amor “Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna”1. Dios ofrece vida “Y ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú has enviado”2.
  • Pero yo le cantaré a tu poder, y por la mañana alabaré tu amor; porque tú eres mi protector, mi refugio en momentos de angustia. A ti, fortaleza mía, te cantaré salmos, pues tú, oh Dios, eres mi protector. ¡Tú eres el Dios que me ama! Salmo 59:16-17 Señor Dios, glorificamos tu nombre. ¡Cuánto deseamos que nuestras voces pudieran resonar por todo el mundo, proclamando las grandes proezas que has hecho por nosotros, alabándote porque podemos acercarnos a ti por medio de Jesucristo, adorarte, honrarte y agradecerte por toda tu bondad! Protege a todos tus hijos, para que se aferren a la fe y permanezcan fieles al mensaje del evangelio. Que te alabemos y demos gracias por todo lo que has hecho este día, y por tu obra en muchos corazones que todavía desconocemos. Tu Espíritu reina y llama a la gente para acercarla a ti, el Padre celestial. Cuídanos y sigue bendiciéndonos. Ayúdanos a los que pertenecemos a tu pueblo, y protégenos durante la noche. Amén.

Puedes recibir a Cristo ahora mismo por fe, mediante la oración (orar es hablar con Dios.

 

Puedes recibir a Cristo ahora mismo por fe, mediante la oración (orar es hablar con Dios).

Dios conoce tu corazón y no tiene tanto interés en tus palabras, sino más bien en la actitud de tu corazón.
La siguiente oración se sugiere como guía:

“Señor Jesús, te quiero conocer personalmente. Gracias por morir en la cruz por mis pecados. Te abro la puerta de mi vida y te recibo como mi Salvador y Señor. Gracias por perdonar mis pecados y darme vida eterna. Toma el control del trono de mi vida. Hazme la clase de persona que Tú quieres que yo sea.”

¿Expresa esta oración el deseo de tu corazón?

Si es así, haz esta oración ahora mismo y Cristo entrará a tu vida tal como lo prometió. A través de Su poder comenzarás a experimentar la clase de paz, control y abundancia que sólo Él puede dar.

La siguiente oración se sugiere como guía:

“Señor Jesús, te quiero conocer personalmente. Gracias por morir en la cruz por mis pecados. Te abro la puerta de mi vida y te recibo como mi Salvador y Señor. Gracias por perdonar mis pecados y darme vida eterna. Toma el control del trono de mi vida. Hazme la clase de persona que Tú quieres que yo sea.”

¿Expresa esta oración el deseo de tu corazón?

Si es así, haz esta oración ahora mismo y Cristo entrará a tu vida tal como lo prometió. A través de Su poder comenzarás a experimentar la clase de paz, control y abundancia que sólo Él puede dar.