El privilegio de la oración se basa en la relación que tenemos con Dios por medio de su Hijo Jesucristo.
*Isaías 65:24*
*Y antes que clamen, responderé yo; mientras aún hablan, yo habré oído*
Señor, a pesar de a veces sentir dudas y no entender tus maneras o creer que no me respondes, hazme paciente y fiel, para tener la certeza de que mis oraciones llegan hasta a ti y para esperar por los planes de bien que siempre me guardas.
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