La obediencia no se mide por nuestra voluntad de hacer lo que queremos hacer. Se demuestra en nuestra voluntad de obedecer a Dios, incluso cuando sabemos que hacerlo nos costará caro.
*Mateo 7:24*
*"Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca"*
Antes de emprender algo en tu vida, asegúrate de tener bases firmes que sostengan lo que vas a edificar. Presta atención a la instrucción de Dios para que tengas la visión correcta y termines tu obra con excelencia. Recuerda que lo glorioso no es comenzar algo, sino terminarlo y que quede bien.
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