Mantengamos firme la esperanza que profesamos, porque fiel es el que hizo la promesa. Hebreos 10:23Señor nuestro Dios, te damos gracias por todo lo que has hecho y por todo lo que estás haciendo por nosotros, por la liberación de la necesidad y la muerte. Te agradecemos por todas las señales que nos das, indicando que has escuchado nuestras oraciones cuando, sin vacilar ni debilitarnos, ponemos nuestra esperanza en ti. Te damos gracias por poder estar sin temor del pecado y de la muerte, porque tú estás con nosotros en todo. A pesar de nuestras imperfecciones, nos muestras tu bondad una y otra vez. Que la luz de nuestro corazón nunca se apague, esa luz que nos permite mirar al cielo y la tierra y vislumbrar la bondad que ya está en camino hacia nosotros. Que la alegría permanezca en nosotros; y que tengamos la fortaleza para ser una comunidad que sigue el camino de la vida, que te rinde alabanza y honor. Amén.
Dios conoce tu corazón y no tiene tanto interés en tus palabras, sino más bien en la actitud de tu corazón. La siguiente oración se sugiere como guía: “Señor Jesús, te quiero conocer personalmente. Gracias por morir en la cruz por mis pecados. Te abro la puerta de mi vida y te recibo como mi Salvador y Señor. Gracias por perdonar mis pecados y darme vida eterna. Toma el control del trono de mi vida. Hazme la clase de persona que Tú quieres que yo sea.” ¿Expresa esta oración el deseo de tu corazón? Si es así, haz esta oración ahora mismo y Cristo entrará a tu vida tal como lo prometió. A través de Su poder comenzarás a experimentar la clase de paz, control y abundancia que sólo Él puede dar. La siguiente oración se sugiere como guía: “Señor Jesús, te quiero conocer personalmente. Gracias por morir en la cruz por mis pecados. Te abro la puerta de mi vida y te recibo como mi Salvador y Señor. Gracias por perdonar mis pecados y darme vida eterna. Toma el control del trono de mi vida. Haz
Comentarios
Publicar un comentario