Mantengamos firme la esperanza que profesamos, porque fiel es el que hizo la promesa. Hebreos 10:23Señor nuestro Dios, te damos gracias por todo lo que has hecho y por todo lo que estás haciendo por nosotros, por la liberación de la necesidad y la muerte. Te agradecemos por todas las señales que nos das, indicando que has escuchado nuestras oraciones cuando, sin vacilar ni debilitarnos, ponemos nuestra esperanza en ti. Te damos gracias por poder estar sin temor del pecado y de la muerte, porque tú estás con nosotros en todo. A pesar de nuestras imperfecciones, nos muestras tu bondad una y otra vez. Que la luz de nuestro corazón nunca se apague, esa luz que nos permite mirar al cielo y la tierra y vislumbrar la bondad que ya está en camino hacia nosotros. Que la alegría permanezca en nosotros; y que tengamos la fortaleza para ser una comunidad que sigue el camino de la vida, que te rinde alabanza y honor. Amén.
Oración diaria para el 4 de febrero —Yo soy el camino, la verdad y la vida —le contestó Jesús—. Nadie llega al Padre sino por mí. Juan 14:6 Señor nuestro Dios, ayúdanos a quienes hemos escuchado las buenas nuevas en el nombre de Jesucristo. Ayúdanos a llegar con todo nuestro corazón al Salvador, quien nos dirige a tu encuentro. Escucha nuestras súplicas y permite que la luz de tu rostro resplandezca sobre el mundo. Haz que la nueva era llegue pronto. Envía tu salvación al mundo para gloria de tu nombre, para que la verdad que hemos aprendido de ti se convierta en realidad en nuestros corazones, y toda nuestra vida pueda ser genuina, arraigada en la verdad, guiándonos al cielo, para la honra de tu nombre. Escúchanos, oh Señor nuestro Dios. Encomendamos ante ti nuestras personas y nuestra vida diaria. Queremos ser fieles. Ayúdanos a ser tus hijos, conscientes en todo momento que te pertenecemos. Amén.
Comentarios
Publicar un comentario