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Proverbios 4:11-12

Yo te guío por el camino de la sabiduría, te dirijo por sendas de rectitud. Cuando camines, no encontrarás obstáculos; cuando corras, no tropezarás. Proverbios 4:11-12
Amado Padre que estás en el cielo, tú eres nuestro Dios. Tú nos gobiernas y nos guías, y nuestra confianza permanece en ti, aun cuando tantas necesidades presionan nuestro corazón y tratan de arrastrarnos en su turbulencia. Pedimos tu protección. Que tu mano divina nos gobierne, para estar conscientes del llamado que hemos recibido de ti, y siempre tengamos luz alumbrando en nuestras vidas para indicarnos cómo servirte. Permite que obre tu poder en esta tierra, dondequiera que los corazones respondan a ti, dondequiera que se revele la fuerza de Jesucristo, y que todos reconozcan sus obras para honor tuyo. Acompaña a tus hijos más humildes y más ignorados. Guárdalos en tus manos y capacítalos para ser colaboradores que perseveran con valentía y confianza, hasta el momento cuando te reveles a todos los pueblos de la tierra. Amén.

Comentarios

Puedes recibir a Cristo ahora mismo por fe, mediante la oración (orar es hablar con Dios.

 

Puedes recibir a Cristo ahora mismo por fe, mediante la oración (orar es hablar con Dios).

Dios conoce tu corazón y no tiene tanto interés en tus palabras, sino más bien en la actitud de tu corazón.
La siguiente oración se sugiere como guía:

“Señor Jesús, te quiero conocer personalmente. Gracias por morir en la cruz por mis pecados. Te abro la puerta de mi vida y te recibo como mi Salvador y Señor. Gracias por perdonar mis pecados y darme vida eterna. Toma el control del trono de mi vida. Hazme la clase de persona que Tú quieres que yo sea.”

¿Expresa esta oración el deseo de tu corazón?

Si es así, haz esta oración ahora mismo y Cristo entrará a tu vida tal como lo prometió. A través de Su poder comenzarás a experimentar la clase de paz, control y abundancia que sólo Él puede dar.

La siguiente oración se sugiere como guía:

“Señor Jesús, te quiero conocer personalmente. Gracias por morir en la cruz por mis pecados. Te abro la puerta de mi vida y te recibo como mi Salvador y Señor. Gracias por perdonar mis pecados y darme vida eterna. Toma el control del trono de mi vida. Hazme la clase de persona que Tú quieres que yo sea.”

¿Expresa esta oración el deseo de tu corazón?

Si es así, haz esta oración ahora mismo y Cristo entrará a tu vida tal como lo prometió. A través de Su poder comenzarás a experimentar la clase de paz, control y abundancia que sólo Él puede dar.

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Puedes recibir a Cristo ahora mismo por fe, mediante la oración (orar es hablar con Dios.

Dios conoce tu corazón y no tiene tanto interés en tus palabras, sino más bien en la actitud de tu corazón.   La siguiente oración se sugiere como guía: “Señor Jesús, te quiero conocer personalmente. Gracias por morir en la cruz por mis pecados. Te abro la puerta de mi vida y te recibo como mi Salvador y Señor. Gracias por perdonar mis pecados y darme vida eterna. Toma el control del trono de mi vida. Hazme la clase de persona que Tú quieres que yo sea.” ¿Expresa esta oración el deseo de tu corazón? Si es así, haz esta oración ahora mismo y Cristo entrará a tu vida tal como lo prometió. A través de Su poder comenzarás a experimentar la clase de paz, control y abundancia que sólo Él puede dar. La siguiente oración se sugiere como guía: “Señor Jesús, te quiero conocer personalmente. Gracias por morir en la cruz por mis pecados. Te abro la puerta de mi vida y te recibo como mi Salvador y Señor. Gracias por perdonar mis pecados y darme vida eterna. Toma el control del trono de mi vida. Haz

Hebreos 10:22

Acerquémonos, pues, a Dios con corazón sincero y con la plena seguridad que da la fe, interiormente purificados de una conciencia culpable y exteriormente lavados con agua pura. Hebreos 10:22 Señor nuestro Dios, concédenos verdadera unidad con tu hijo Jesucristo, para que se revele su poder en nosotros y encontremos una nueva vida con la que podamos servirte de verdad. Protégenos de todo error. Permanece entre nosotros con tu Espíritu, para hacernos un pueblo sincero. Que tu voluntad se lleve a cabo cada vez más en este tiempo. Que tu voluntad intervenga para que llegue una nueva creación, nuevos cielos y nueva tierra, como se nos ha prometido. Que tu nombre sea grande entre nosotros, que venga tu reino y que todo en el cielo y en la tierra se haga conforme a tu voluntad. Amén.

Filipenses 1:6

Estoy convencido de esto: el que comenzó tan buena obra en ustedes la irá perfeccionando hasta el día de Cristo Jesús. Filipenses 1:6 Amado Padre que estás en el cielo, te damos gracias por la obra que estás haciendo. Te agradecemos porque obras por medio de personas de todo tipo y vocación; y por medio de muchos corazones que conocen tu bondad. Te damos gracias por la gran obra realizada por el Señor Jesús, quien triunfará sobre el mundo con paciencia y mansedumbre. Él triunfará sobre el mundo, abriendo una puerta amplia para todos, incluyendo a los más pobres entre los pobres, para que vengan a ti, su Padre celestial. Concédenos permanecer firmes y fieles con la luz que se nos ha dado. No nos dejes caer en tentación, sino líbranos del mal. Porque el reino, el poder y la gloria son tuyos para siempre. Amén.

Salmo 59:16-17

  • Dios ofrece amor “Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna”1. Dios ofrece vida “Y ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú has enviado”2.
  • Pero yo le cantaré a tu poder, y por la mañana alabaré tu amor; porque tú eres mi protector, mi refugio en momentos de angustia. A ti, fortaleza mía, te cantaré salmos, pues tú, oh Dios, eres mi protector. ¡Tú eres el Dios que me ama! Salmo 59:16-17 Señor Dios, glorificamos tu nombre. ¡Cuánto deseamos que nuestras voces pudieran resonar por todo el mundo, proclamando las grandes proezas que has hecho por nosotros, alabándote porque podemos acercarnos a ti por medio de Jesucristo, adorarte, honrarte y agradecerte por toda tu bondad! Protege a todos tus hijos, para que se aferren a la fe y permanezcan fieles al mensaje del evangelio. Que te alabemos y demos gracias por todo lo que has hecho este día, y por tu obra en muchos corazones que todavía desconocemos. Tu Espíritu reina y llama a la gente para acercarla a ti, el Padre celestial. Cuídanos y sigue bendiciéndonos. Ayúdanos a los que pertenecemos a tu pueblo, y protégenos durante la noche. Amén.