Temas sobre la vida

El valor de la filosofía

Los filósofos plantean todas las preguntas correctas sobre la vida. He aquí sus respuestas…

Estudia a los grandes filósofos para obtener una introspección a tu vida y verás cómo ellos plantean todas las preguntas correctas.

¿Por qué estamos aquí? ¿Cuál es nuestro propósito? ¿Qué es lo que da sentido a la vida? ¿Qué nos lleva a amar y ocuparnos de los demás?

Sócrates (470 a.C.), Platón, Aristóteles, y una serie de otros filósofos desde entonces, han buscado respuestas sobre la vida, esa sabiduría y verdad que se pudiesen aplicar a toda la humanidad.

El autor Peter Kreeft considera valiosa la búsqueda de estas respuestas, no tanto por lo que pueden hacer por ti, sino contigo.

¿Qué puede hacer la filosofía contigo? Te puede partir, como un coco, como un huevo. Estás diseñado para salir del cascarón, para abrirte. Si no lo haces, te pudres. La filosofía, de la misma manera que tus cinco sentidos, te lleva fuera de la pequeña y oscura prisión de ti mismo, a un mundo más grande”.1

Los grandes filósofos, tales como Sócrates, Aquino, Descartes, Hume, Aristóteles, Maquiavelo, Nietzsche, Platón, Sartre, Kant, Kierkegaard y otros, nos provocan a pensar y a cuestionar la vida de desde una perspectiva diferente.

Kreeft continúa: “Incluso si la filosofía sólo te hace sentir insatisfecho o infeliz, está bien. Sentirte descontento con Un Mundo Feliz, o con la caverna de Platón, o con tu chiquero y tus pasteles de barro [una analogía de C.S. Lewis], eso es progreso. De hecho, es necesario”.2

El descontento que sentimos ante las preguntas sin respuestas hace que nos preguntemos qué nos estamos perdiendo. ¿Cuál podría ser el secreto de una vida plena?

Filósofos en busca del propósito de vida

Los filósofos a menudo se esfuerzan por satisfacer nuestro anhelo de propósito. Friedrich Nietzsche y Jean-Paul Sartre intentaron encontrar el valor de la vida, solo para llegar a conclusiones desalentadoras.

Nietzsche y Sartre, ambos ateos, estaban seguros de que Dios no existe, por lo tanto, la vida debe verse como aleatoria, sin un plan. Simplemente “es así”. Existimos sin un propósito inherente. Nuestras vidas son irracionales y carecen de sentido. Nietzsche sostenía que cualquier persona honesta debería darse cuenta de que la desesperación es la única conclusión lógica.

Su lógica es espectacular, pero no está acompañada de respuestas útiles.

¿Hay que descartar a Nietzsche y Sartre? Desde luego que no.

En Un Hombre Irracional, William Barrett defiende a Jean Paul Sartre, probablemente el nihilista y pesimista más famosos de la historia de la filosofía, de la siguiente manera: “Es mejor enfrentarse a nuestra propia existencia con desesperación que no hacerlo nunca”. La desesperación puede ser un momento poderoso en el camino a la esperanza.


[Un estudio sobre filosofía] puede proporcionarte la sed por descubrir lo mejor que hay en este mundo. Lo mejor tiene muchos nombres y muchos atributos —sabiduría, amor, verdad, bondad, belleza. Todas estas cosas son atributos (precisos y perfectos) de Dios. De manera que, la verdadera filosofía es la búsqueda de Dios —incluso si el filósofo no lo sabe y no utiliza ese nombre— e incluso si el filósofo es ateo.


Agustín hace referencia a este anonimato divino en sus Confesiones, indicando que su conversión comenzó mucho antes de convertirse al cristianismso, al convertirse en filósofo, cuando leyó Hortensius, la mayor exhortación a la filosofía de Cicerón (un libro que se ha perdido para la historia); porque se enamoró de la sabiduría eterna, mucho antes de conocer la verdadera personalidad de Dios…mucho ante de conocer aquello que se encuentra en la plenitud de Dios —la sabiduría.3

Al buscar una filosofía para la vida, ¿debemos mirar más allá de nosotros mismos?

Los filósofos plantean las preguntas correctas sobre la vida, pero es Dios —cuyo mundo le pertenece— que provee las respuestas. No debería sorprendernos que Dios, que nos creó, quiera darnos sabiduría, verdad y visión, más allá de lo que podemos manejar.

Aunque nos gustaría fingir que somos autosuficientes, no lo somos.

Mira nuestros cuerpos. No podemos mantenernos con vida utilizando simplemente lo que ya tenemos. Necesitamos oxígeno, nutrientes y agua para vivir…sustancias fuera de nosotros mismos, ninguno de las cuales fue creado por el hombre, sino que nos fue dado. Observa nuestra atmósfera rica en oxígeno, la abundancia de plantas/animales/peces que comemos, y el agua que es esencial para la vida. Todos fueron provistos por nuestro Creador en este notable planeta donde nos encontramos.

Del mismo modo, para comprender esta vida, debemos mirar más allá de nosotros mismos.

Cómo vivir con sabiduría, cómo encontrar el amor y el propósito; esto también nos lo ofrece Dios, nuestro creador. Nunca quiso que viviésemos esta vida sin él.

No obstante, es nuestra elección entablar o no una relación con él. Cuando nos encontramos con él, comenzamos a comprender la verdad respecto a la vida en general y respecto a nuestra vida en particular.

Entonces podemos vivenciar su amor por nosotros y encontrar las repuestas a cómo vivir mejor la vida.

Jesucristo, el Hijo de Dios, claramente nos dice: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí… Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia”.4

Esta es la manera en que la vida se torna comprensible, ayudando a evitar escollos innecesarios. Él nos ofrece esto: “Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”.5

Agustín, Aquino, C.S. Lewis y Dostoyevsky, todos afirmaban que encontraron la verdad, la sabiduría y el amor que buscaban, cuando su búsqueda los condujo a Jesucristo, a Dios.

¿Qué encontraron exactamente? ¿Qué los condujo a esta conclusión?

Agustín escribió: “He leído frases sabias y hermosas en Platón y Cicerón pero nunca lo he leído ellos: Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados; yo les daré descanso. [Jesucristo]”6

Dostoyevsky: “Todos los escritores, no solo los nuestros, pero también los extranjeros, que han buscado representar a la Belleza Absoluta, no han estado a la altura de la tarea, dado a que es infinitamente difícil… Sólo existe en el mundo una figura de belleza absoluta: Cristo”.7

C.S. Lewis “La historia humana es el largo y terrible relato del hombre tratando de encontrar algo aparte de Dios que le haga feliz”.8

¿Qué fue lo que estos filósofos y millones de personas encontraron tan satisfactorio acerca de Dios, mientras buscan respuestas a la vida? Ver este breve artículo: